miércoles, 10 de diciembre de 2008

El origen de esta carretera hacia el desastre.


Más que andar, deambulábamos
don Recto y don Conforme por una Murcia que ese día era otoñal y fría.

Recto era el que enriquecía el aire con sus sabias reflexiones y Conforme el que escuchaba. Es por ello que, al escuchar éste a aquel, miraba pensativamente hacia el suelo en el momento preciso en que sus ojos tropezaron con un papel doblado y manuscrito.

En estos tiempos computerizados, cada vez es más extraña la escritura de puño (sea a pluma, bolígrafo, lapiz, tiza o pincel). Por eso recogió Conforme el papel; y también espoleado por una curiosidad innata en él.

Lo que allí se hallaba escrito era tan carente de superficialidad como enigmático:


"A la falta de un amor tan grande le hubiera correspondido un extraordinario odio. Pero ni siquiera estuvo a la altura porque ya había odiado antes, pero nunca había amado tanto. Realmente no era un gran odiador, porque su deseo superaba los límites de todo su universo".

Un remolino de desasosiego recorrió nuestras almas al término de la lectura de la doblada hoja. ¡Qué revelación la que el destino ponía a nuestros pies! ¡Qué oportunidad para el vuelo del pensamiento! ¿Quien sería la anonima y desdichada persona cuyos pesares se describían allí? Sin duda, su pluma era talentosa.

Don Recto y don Conforme permanecieron inmóviles por un instante enmedio de una calle Trapería ya adornada para la Navidad. A sus lados desfilaron no sé cuantos peatones ambulantes. Cuando recuperaron el habla, se dijeron ambos que bien pudiera ser el mismo escribiente el que padecía tal mar de amorío, ese odiador y amador al mismo tiempo.

Pero en esto que la desventura de aquel sufridor se les hizo menor, cuando la mano temblorosa de don Conforme volteó el papel y ante la indagadora mirada de ambos apareció esto:


El justificante bancario permitió a ese par de amigos datar el escrito de desamor el 30 de noviembre de 2006. Han pasado dos años. ¿Qué sería de este anónimo personaje ahora? ¿Habría desechado el papel en plena calle céntrica de Murcia por estar superada ya la pena descrita, o se trataría de un extravío producido al sondear su cartera en busca de dineros o cualquier otra reflexión febril? Quizá nunca lo sabrán don Recto y don Conforme; y tampoco ustedes.

"Las penas con pan son menos", dice el refrán. El hecho de que hasta el posible propietario de esa desahogada cuenta corriente escribiera sobre sus sufrimientos amatorios convenció a don Conforme y a don Recto a publicar sus pensamientos, a lanzar a la humanidad sus reflexiones en forma de este blog que será lo que ellos quieran que sea pero, desde luego, sincero en sus planteamientos. ¿Para que permanecer más tiempo callados? ¿Para qué esconder lo que no merece ser escondido?

¡Nada , pues, se ocultará al pensamiento de don Recto y don Conforme! ¡Advertidos quedan, señores!

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