sábado, 5 de junio de 2010

Don Carlos. Última hora.

Debido a los excelentes cuidados que su solícita enfermera le proporciona, la salud de nuestro protectoooor ha mejorado considerablemente. De tal manera, que sintiéndose un campeón, ha decidido trasladarse en su helicoptero-uci a un lugar de la costa italiana, cuya identidad no revelaremos en aras a su seguridad. Allí pasará unos pocos días de asueto, pues no puede abandonar mucho tiempo a esa Muuuuurcia que le ama y le reclama.

Para alegría de sus admiradores adjuntamos a esta nota una instantánea tomada hace unas horas. La mañana era tan soleada, que el insigne ha decidido abandonar su silla de ruedas por un instante para darse un remojón. Pueden apreciar, y así desmentimos a lenguas viperinas, como don Caaaarlos no ha perdido ¡para nada! ni su alegria por la vida, ni su instinto depredador y sorpresivo que tanta gloria le ha dado en la bataaaaalla.



1 comentario:

don Recto dijo...

incuestionable documento gráfico. Don Caaarlos, cual sabueso, en busca de su hueso.